El suicidio se refiere a la acción intencional de poner fin a la propia vida. Esta decisión puede estar motivada por una variedad de factores, como problemas de salud mental, estrés, traumas o dificultades emocionales. Es esencial comprender que el suicidio no es una solución a los problemas y que existen maneras de prevenirlo.

Una forma clave de prevenir el suicidio es estar atentos a las señales de advertencia. Algunas de estas señales pueden incluir cambios drásticos en el comportamiento, expresiones de desesperanza o falta de interés en las actividades que antes disfrutaban. Si notas estos signos en alguien cercano a ti, es importante brindarles apoyo y buscar ayuda profesional de inmediato.

La comunicación abierta y honesta también es fundamental para prevenir el suicidio. Hablar sobre los sentimientos y las dificultades emocionales puede ayudar a las personas a sentirse comprendidas y apoyadas. Si alguien te confía que está experimentando pensamientos suicidas, es esencial tomarlo en serio y buscar ayuda profesional de inmediato.

"Las personas que hablan de suicidio no lo hacen." Éste es un mito peligroso. La mayoría de las personas que tienen pensamientos suicidas expresarán sus sentimientos en algún momento.