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¿A qué edad inician los trastornos mentales?

Los trastornos mentales son condiciones que afectan la salud mental y emocional de las personas. Estas enfermedades pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen, así como en sus relaciones personales y su bienestar general. Un aspecto interesante que vale la pena explorar es a qué edad comienzan estos trastornos, ya que comprender este factor podría ayudarnos a identificar y abordarlos de manera más efectiva.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

La edad de inicio de los trastornos mentales puede variar según el tipo específico de trastorno. Algunos trastornos, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), suelen manifestarse en la infancia temprana. De hecho, se estima que el TDAH puede aparecer alrededor de los 7 años de edad. Se caracteriza por dificultades para prestar atención, hiperactividad e impulsividad.

Aunque se cree que tiene una base genética, los factores ambientales también pueden desempeñar un papel en su aparición. Los síntomas pueden afectar el rendimiento académico, las relaciones sociales y la autoestima. Sin embargo, este trastorno puede diagnosticarse en edades posteriores si no se detecta o trata adecuadamente en la infancia.

Depresión y ansiedad

La depresión y la ansiedad, por ejemplo, pueden comenzar en la adolescencia o en la edad adulta. Estos trastornos pueden estar influenciados por factores como el estrés, la historia familiar de trastornos mentales, los desequilibrios químicos en el cerebro y los eventos traumáticos. La depresión puede manifestarse con síntomas como tristeza persistente, pérdida de interés en actividades antes disfrutadas, cambios en el apetito y el sueño, y pensamientos de muerte o suicidio.

Insomnio

El insomnio, por otro lado, puede afectar a personas de todas las edades. El estrés, los trastornos de ansiedad, los cambios en los horarios de sueño y los problemas de salud física pueden contribuir al desarrollo del insomnio. Los síntomas pueden incluir dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche y no sentirse descansado después de dormir.

Trastorno por estrés postraumático (TEPT)

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) puede ocurrir después de haber experimentado o presenciado un evento traumático. Puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños. Los síntomas pueden incluir recuerdos o pesadillas recurrentes del evento traumático, evitación de situaciones relacionadas con el trauma, cambios en el estado de ánimo y reacciones físicas intensas cuando se expone a recordatorios del evento.

Crisis de pánico

Las crisis de pánico son episodios repentinos de miedo intenso que pueden estar acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración y mareos. Pueden ocurrir en cualquier momento de la vida, pero a menudo comienzan en la adolescencia o en la edad adulta temprana. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de trastornos de ansiedad, estrés y cambios en el equilibrio químico del cerebro.

Fobias

Las fobias son miedos intensos y irracionales hacia objetos, situaciones o actividades específicas. Pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida, pero a menudo comienzan en la infancia o la adolescencia. Los factores genéticos y las experiencias traumáticas pueden desempeñar un papel en su aparición. Las fobias pueden interferir significativamente con la vida diaria y el bienestar emocional.

Trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno caracterizado por pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos. Puede comenzar en la infancia, la adolescencia o la edad adulta. Los factores genéticos, los desequilibrios químicos en el cerebro y los eventos estresantes pueden contribuir a su desarrollo. Los síntomas pueden incluir pensamientos intrusivos no deseados, miedo a la contaminación, necesidad de realizar rituales repetitivos y dificultad para controlar los pensamientos y comportamientos obsesivos.



La detección temprana es crucial para detectar y abordar problemas médicos o de salud mental en sus fases iniciales. Es esencial estar atento a los cambios emocionales y comportamentales en todas las etapas de la vida, ya que pueden indicar la presencia de un trastorno mental.

También es importante mencionar que los trastornos mentales pueden manifestarse de manera diferente en diferentes grupos de edad. Por ejemplo, los síntomas de la depresión en los niños pueden ser diferentes a los de los adultos, lo que dificulta su detección. Por lo tanto, es fundamental que los padres, cuidadores y profesionales de la salud mental estén alerta a cualquier señal de malestar emocional en los más pequeños

Si experimentas síntomas de trastornos mentales, busca ayuda profesional, ya que el tratamiento adecuado puede marcar una diferencia en la calidad de vida y el bienestar emocional.