El consumo de sustancias en los jóvenes puede tener consecuencias graves para su salud física y mental. A continuación, se presentan algunos indicadores que pueden ayudar a detectarlo:
Cambios en el comportamiento: Los jóvenes que consumen sustancias pueden experimentar cambios en su comportamiento, como irritabilidad, agresividad, cambios de humor repentinos, aislamiento social, falta de interés en actividades que antes disfrutaban y problemas académicos.
Cambios físicos: El consumo de sustancias puede tener efectos físicos en los jóvenes. Algunos indicadores físicos incluyen ojos rojos y vidriosos, cambios en el apetito y el peso, problemas de sueño, temblores inusuales y deterioro de la coordinación motora.
Cambios en el rendimiento académico: Pueden tener dificultades para concentrarse, disminución de la memoria y falta de motivación para realizar tareas escolares.
Cambios en el círculo social: Los jóvenes que consumen sustancias a menudo se rodean de amigos que también lo hacen. Pueden comenzar a pasar más tiempo con un nuevo grupo de amigos, evitar a aquellos con quienes solían pasar tiempo y volverse más secretos sobre sus actividades.
Problemas legales: El consumo de sustancias puede llevar a problemas legales en los jóvenes. Pueden tener encuentros con la policía, ser arrestados por posesión de drogas o participar en actividades delictivas.
Pérdida de interés en actividades extracurriculares: Si un adolescente muestra una disminución en su participación en actividades extracurriculares, deportes o pasatiempos, esto podría indicar un consumo de sustancias. El cambio repentino en sus intereses puede deberse a que encuentran más gratificación en el consumo de drogas o alcohol.
Problemas en la escuela: Dificultades para concentrarse, disminución de la memoria y falta de motivación. También pueden faltar frecuentemente a clases o tener problemas disciplinarios en la escuela.
¿Cómo abordar la situación? Si sospechas que un adolescente está consumiendo sustancias, es importante abordarlo de manera adecuada. Aquí hay algunos consejos:
Mantén la comunicación abierta y honesta con el adolescente.
Evita el juicio y muestra comprensión.
Busca ayuda profesional, como un terapeuta o consejero escolar.
Establece límites claros y consecuencias para el consumo de sustancias.
Fomenta actividades saludables y positivas para el adolescente.
Si sospechas que un joven está consumiendo sustancias, es fundamental buscar ayuda profesional, como un médico, terapeuta o consejero escolar, para obtener una evaluación adecuada y un plan de tratamiento adecuado.
Recuerda que la comunicación abierta y el apoyo profesional son clave para abordar esta situación de manera efectiva y ayudar a los adolescentes a superar su consumo.